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Como sucede cada cuatro años, 2024 será un año bisiesto, lo que significa que el calendario se extenderá de 365 a 366 días. Este día adicional se añadirá en febrero, llevando el total de días de este mes a 29. Pero, ¿por qué febrero es el mes seleccionado para este ajuste?
La razón detrás del año bisiesto
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la duración de la órbita terrestre alrededor del Sol no coincide exactamente con nuestros días de 24 horas. En promedio, la Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos (365.2422 días) en completar una órbita alrededor del Sol.
“Si dejáramos que todo ese tiempo a la derecha del decimal se acumulara sin hacer corrección alguna, pronto la primavera y demás estaciones caerían en el mes equivocado, como sucedió en el 46 antes de nuestra era, cuando Julio César -en la antigua Roma- se vio obligado a añadirle 90 días a un calendario que corría muy desfasado”. UNAM.
Por lo tanto, cada cuatro años se realiza un ajuste en los calendarios al agregar un día extra con el objetivo de alinearse con el año solar, como ocurrió en 2020.
¿Por qué febrero tiene 29 días?
La decisión de añadir un día extra a febrero cada cuatro años se originó con los romanos. En aquel entonces, febrero era el último mes del año y estaba dedicado a la purificación. Además, su característica principal era tener menos días, 28.
Así, cada vez que febrero pasa a tener 29 días, se le llama año bisiesto, término derivado del latín “bis sextus dies ante calendas martii” (sexto día antes del primer día del mes de marzo) que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César, pero terminó reduciéndose en “bis sextus”.
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