Las campañas presidenciales de Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez han gastado alrededor de 123 millones de pesos en publicidad en páginas web y redes sociales como Facebook, Instagram y Youtube.
Esto representa aproximadamente el 24% de los gastos de campaña, superando otros gastos como la propaganda en vía pública y utilitaria.
Las redes sociales se han convertido en una nueva forma de hacer campaña, pero su eficacia es discutida. Los expertos sostienen que las redes sociales más que modificar las preferencias electorales, lo que hacen es reforzarlas. Además, no todos los ciudadanos tienen acceso a estas herramientas y los mensajes difieren dependiendo del usuario y la plataforma utilizada.
Por ejemplo, la campaña de Claudia Sheinbaum parece estar dirigida a un público más adulto, con vídeos e insumos de campaña más formales. Por otro lado, la campaña de Jorge Álvarez Máynez parece estar dirigida a un público más joven, con una fuerte presencia en plataformas como TikTok.
A pesar de la instantaneidad de las redes sociales, los expertos argumentan que es difícil que puedan influir en las preferencias electorales. En su lugar, tienden a reforzar las preferencias existentes. Además, la información en las redes sociales a menudo está sesgada.
Las campañas en redes sociales son una forma de llegar a un mayor electorado, pero estas campañas son segmentadas en términos de perfiles y edad. Los mensajes políticos en estas plataformas suelen ser breves, con pocas propuestas, y pueden estar marcados por descalificaciones.
En general, estas campañas buscan llamar la atención y darse a conocer más que presentar propuestas concretas.
.jpg)
