Crisis bancaria de Estados Unidos amenaza con extenderse a Japón

Los bancos en Japón ya tienen sus “barbas en remojo”. El sistema financiero local está enfrentando una situación que podría catalogarse, al menos, como complicada y la cual está ocurriendo en dos frentes.  

Por un lado, instituciones como el Norinchukin Bank, quinto banco más grande del país, anunció recientemente que venderá más de 63.000 millones de dólares en bonos de los Estados Unidos y Europa. La razón es frenar las mil millonarias pérdidas que les han dejado y que se estima asciendan, para finales del 2024, a 9.500 millones de dólares.  

“Planeamos vender bonos (extranjeros) de bajo rendimiento por un monto de 10 billones de yenes (63.000 millones de dólares) o más. El banco reconoció la necesidad de cambiar drásticamente la gestión de su cartera”, declaró Kazuto Oku, director ejecutivo de la institución financiera.  

Estos deterioros en sus balances ocurren por lo siguiente: durante mucho tiempo el banco adquirió los bonos (deuda pública emitida por Estados Unidos) con una tasa de interés que les permitía su tenencia sin confrontar riesgos. No obstante, y ante la elevada inflación que experimentó el país norteamericano, la Reserva Federal aumentó las tasas de interés como medida de contención, como ha reportado CriptoNoticias.   

La consecuencia ha sido una caída en el valor de los bonos, lo que detonó la crisis bancaria ocurrida en Estados Unidos en marzo del 2023 con la quiebra de Silvergate Bank y la intervención de Silicon Valley Bank y Signature.  

El propio Oku admitió la influencia de ese aumento al decir que el banco reducirá “el riesgo de las tasas de interés (soberanas) y diversificaremos en activos que asuman el riesgo crediticio corporativo e individual”.  

Las tasas de interés han crecido progresivamente en EE. UU. desde el 2020. Fuente: Datosmacro.com

Esta decisión, de vender masivamente los bonos, podría extenderse a otros bancos de Japón que también estarían confrontando grandes pérdidas, lo que podría generar una crisis del sector.  

En una reciente publicación, el cofundador del exchange BitMex, Arthur Hayes, se refirió a la situación de los bancos japoneses y explicó, a partir de una encuesta realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que las instituciones financieras de ese país se hicieron con unos “850.000 millones de dólares en bonos extranjeros hasta 2022″, más de la mitad de ese monto serían bonos de los Estados Unidos.  

El dato muestra la magnitud de la situación a la que se enfrenta no solo el Norinchukin Bank, sino también el resto de los bancos locales.  

El complicado escenario para los bancos japoneses se está dando justo cuando en Estados Unidos hay más de 60 bancos con debilidades operativas y que han sido listados por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) por problemas financieros, todo derivado por los efectos de la inflación.  

Éxodo de depósitos en los bancos tradicionales

Como si lo anterior no fuera suficiente, más de 60 bancos regionales de Japón tienen un segundo frente complicado: la amenaza de un éxodo de depósitos debido a nuevos competidores digitales fintech.  

De acuerdo con un reporte del Financial Times, existen prestamistas como Sony Bank que ha comenzado a ofrecer a sus clientes una tasa de interés anualizada del 10,52%, una tasa inusual para el mercado local.  

Para el medio de comunicación, “los bancos en línea de Japón han registrado un crecimiento acelerado en los depósitos y la apertura de cuentas. En lo que va de 2024, Rakuten Bank, por ejemplo, ha abierto unas 800.000 cuentas”.  

Uno de los aspectos que estaría jugando en contra de los bancos regionales y sus servicios tradicionales financieros es que, de acuerdo con los analistas, lo japoneses de edad avanzada cada vez están abriendo más cuentas en línea con las fintech con la ayuda de sus hijos adultos. Esto sin duda es una amenaza para las instituciones financieras que tienen una cartera de clientes con más edad.  

Lo que está sucediendo en el sector bancario japonés tiene repercusiones internacionales, ya que se trata de una de las cinco economías más importantes del mundo. Si a eso se le suma la situación de los bancos en Estados Unidos, entonces podría calentarse aún más el tema bancario, lo que elevaría el riesgo de declaratorias de bancarrotas como se registraron en el 2023 en el país de las barras y las estrellas.