La Corte Suprema de Brasil decidió mantener el bloqueo de la red social X, previamente conocida como Twitter, a pesar de que la empresa propiedad de Elon Musk nombró un representante legal en el país, tal como lo había solicitado el tribunal.
El magistrado Alexandre de Moraes consideró que la empresa no cumplió completamente con la petición y otorgó cinco días adicionales para que presente más documentos que certifiquen el nombramiento del abogado.
El tribunal también solicitó al gobierno y al Banco Central información sobre la situación del censo de la plataforma y sobre las multas pendientes que la red social debe pagar. Tras tres semanas de bloqueo, X cedió parcialmente a las exigencias del tribunal, luego de que De Moraes impusiera una multa diaria de cinco millones de reales (unos 900 mil dólares) por intentar eludir el bloqueo.
La red social había cambiado su proveedor de IP, lo que permitió a muchos brasileños recuperar el acceso a la plataforma, aunque el tribunal desestimó la explicación de X sobre una mejora del servicio. Además, Starlink, otra empresa de Musk, fue señalada como responsable solidaria en caso de que X no pague las multas.
El conflicto comenzó cuando la red social se negó a cumplir las órdenes del Supremo para eliminar perfiles sospechosos de difundir noticias falsas.
Elon Musk criticó al magistrado De Moraes, acusándolo de ser un "dictador con toga" y apoyó los llamados de la ultraderecha brasileña a destituirlo. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva respondió llamando a la red social a cumplir con las leyes brasileñas.
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