El pasado jueves, la refinería Deer Park, propiedad de Pemex y ubicada cerca de Houston, sufrió un grave incidente en el que se descargaron 43,500 libras de gas tóxico de sulfuro de hidrógeno durante más de siete horas. Este accidente resultó en la muerte de dos trabajadores subcontratados y heridas a otros 35.
Según el reporte inicial de Pemex a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, la fuga, ocurrida el 10 de octubre, excedió 800 veces el límite permitido de emisión por hora para este gas altamente peligroso. El evento se prolongó por 7 horas y 40 minutos, y se originó durante trabajos en una unidad de recuperación de azufre.
La refinería, con capacidad de procesamiento de 312,500 barriles diarios, ha reducido su operación mientras Pemex investiga el incidente. Hasta el momento, 13 trabajadores permanecen hospitalizados, y la Junta de Investigación de Riesgos y Seguridad Química de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre este "incidente muy grave".
Pemex, que adquirió el control total de la refinería en 2022, enfrenta nuevamente cuestionamientos por sus problemas de seguridad, que ya han afectado otras instalaciones en México.