Desde 1986, el Buró Federal de Investigación (FBI) ha mantenido sospechas sobre la implicación de Manuel Bartlett, entonces secretario de Gobernación, en el asesinato de Enrique "Kiki" Camarena, un agente de la DEA.
Estas sospechas surgieron debido a su presunta colaboración con los líderes del Cártel de Jalisco, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.
La información fue desclasificada gracias a una solicitud de Libertad de Información por parte de los periodistas Juan Alberto Cedillo, Ieva Jusionyte y Ioan Grillo. El documento revelado señala que las autoridades estadounidenses sospechaban que Bartlett facilitó la identificación de Camarena como infiltrado en la organización.
Esta revelación estaría relacionada con el decomiso masivo de marihuana en el rancho El Búfalo, lo que enfureció a los narcotraficantes y resultó en el secuestro y asesinato de Camarena.
A pesar de estas acusaciones, Bartlett ha negado su participación y ha descrito las alegaciones como un complot en su contra.
Sin embargo, Héctor Berrellez, exagente de la DEA, sostiene que testigos protegidos han señalado a Bartlett como colaborador del Cártel de Jalisco, que más tarde se convertiría en el Cártel de Sinaloa.