El potencial del "nearshoring", la revitalización del crecimiento económico y el control presupuestario serán los ejes principales del inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum en México, en medio de incertidumbres por la reforma judicial que busca elegir a los jueces por voto popular, y las preocupaciones de mercados e inversores.
Para brindar estabilidad, Sheinbaum ha decidido mantener a Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda, quien fue nombrado por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador y está en el cargo desde 2021.
Desde su victoria en las elecciones de junio, la economía mexicana ha mostrado signos de volatilidad, con el peso debilitándose hasta alcanzar casi 20 pesos por dólar a principios de septiembre, un nivel no visto desde 2022.
Además, la economía de México está desacelerándose; el Banco de México ha recortado repetidamente las previsiones de crecimiento para 2024 al 1.5%, menos de la mitad del 3.2% registrado en 2023, y se espera que la desaceleración continúe en 2025.
Un análisis reciente del Bank of America señaló que la incertidumbre en México debido a los cambios constitucionales es alta, lo que podría llevar a una recesión técnica y afectar la inversión privada. Según el banco, el desempeño económico ha sido débil y el panorama para la inversión es desalentador, lo que aumenta el riesgo de una recesión técnica.
Los expertos coinciden en que México debe mejorar su suministro energético, especialmente en energías renovables, y modernizar infraestructuras de transporte y agua para aprovechar las oportunidades de la relocalización de industrias. En mayo, Carlos Torres, presidente de BBVA, indicó que si México resuelve estos problemas, la inversión extranjera aumentará significativamente.
El primer reto de Sheinbaum será la presentación de un presupuesto en noviembre que inspire confianza en el manejo de las finanzas públicas. El equipo económico tiene como objetivo reducir el déficit fiscal actual del 6% del PIB, aunque se ha dicho que no se aumentarán los impuestos. Sergio Cárdenas, del ITESO, señaló que la reducción del déficit al 3.5% en un año, como promete Sheinbaum, es poco realista y ve más probable una disminución gradual. También advirtió que será difícil recortar gastos en sectores esenciales como salud, educación y seguridad.
Por otro lado, Ignacio Martínez, del LACEN, afirmó que la seguridad será crucial para los inversores, ya que impacta en todos los ámbitos, especialmente en el económico. La estrategia de seguridad pública de Sheinbaum deberá ofrecer resultados significativos al inicio de su mandato para atraer confianza de los inversores.
A pesar de que la violencia en México no es generalizada, empresarios e inversores han expresado su preocupación por los problemas que genera en la capacidad productiva del país. El crimen organizado se ha infiltrado en industrias lucrativas como las exportaciones agrícolas en Michoacán y la minería en Sonora, lo que agrava la situación.