La presidenta Claudia Sheinbaum recibió el bastón de mando de manos de 133 mujeres representantes de los pueblos indígenas de México, quienes llevaron a cabo una ceremonia de purificación antes de la entrega.
Durante el ritual, se invocaron a los guardianes de las comunidades para brindar guía a Sheinbaum en su nuevo rol como la primera mujer presidenta del país.
Las representantes pidieron protección y sabiduría para Sheinbaum, recordándole que no está sola y que los pueblos indígenas y afromexicanos la apoyan en su mandato. Virginia, una de las líderes, explicó que el bastón de mando simboliza el poder político y espiritual, un símbolo de servicio y comunión con el pueblo.
En su discurso, Virginia destacó la importancia histórica del evento, subrayando que es la primera vez en 200 años que una mujer dirige el destino de México.
Reconoció la sensibilidad, honestidad y compromiso de Sheinbaum con las causas sociales, especialmente con los más pobres, y afirmó la esperanza de que bajo su liderazgo, los pueblos indígenas y afromexicanos encontrarán un lugar justo y digno en la nación.
La ceremonia, adelantada por la amenaza de lluvia, incluyó eventos artísticos y congregó a una multitud que aguardó la primera aparición pública de Sheinbaum tras su toma de protesta.