El super PAC de Elon Musk, America PAC, gastó alrededor de 200 millones de dólares para apoyar la campaña de Donald Trump, marcando un nuevo precedente en la influencia de los multimillonarios en las elecciones de Estados Unidos. Musk financió una iniciativa dirigida a aumentar la participación electoral, especialmente entre votantes primerizos y sectores menos activos, beneficiando a Trump en estados clave.
La decisión de la Comisión Federal Electoral (FEC) en marzo permitió una coordinación más estrecha entre super PACs y las campañas, lo que permitió que el dinero de Musk se destinara a publicidad nacional y esfuerzos de movilización en comunidades clave. Trump elogió el apoyo de Musk, destacando su impacto en la campaña.
Además del dinero, Musk se convirtió en un aliado visible, acompañando a Trump en actos y utilizando su influencia, especialmente a través de la red social X (anteriormente Twitter), para contrarrestar las restricciones de las redes sociales que habían afectado a Trump.
Este enfoque de colaboración entre el PAC de Musk y la campaña de Trump podría transformar la dinámica electoral, desafiando las convenciones de las campañas presidenciales y mostrando el creciente poder de los multimillonarios en la política estadounidense. A pesar de los desafíos legales y éticos, este modelo podría redefinir la manera en que se gestionan las elecciones en el futuro.