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Ante la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, el Colegio Cardenalicio tendrá que elegir al nuevo Papa.
De acuerdo con la Conferencia de Obispos católicos de Estados Unidos, cuando un Papa muere o renuncia al cargo, el gobierno de la Iglesia Católica pasa a manos del Colegio Cardenalicio, conformado por cardenales y funcionarios del Vaticano en el mundo.
Al encontrarse el trono del Vaticano vacío, los cardenales celebran una serie de reuniones en el Vaticano. En estas congregaciones generales se debaten las necesidades y desafíos que enfrenta la Iglesia Católica a nivel mundial y se preparan para la próxima elección papal.
¿Cuándo se elige a un nuevo Papa?
El Colegio Cardenalicio asiste a la reunión llamada cónclave, donde inicia el proceso de selección entre los 15 y 20 días después de la salida del último Papa.
Una vez que el proceso de selección los cardenales evitan cualquier contacto con el exterior y se encierran en la Capilla Sixtina hasta que se llega a un acuerdo para elegir al nuevo Papa.
Los encargados de votar y elegir al próximo papa son los cardenales menores a 80 años y su número está limitado a 120 integrantes. Para el cónclave, los cardenales miembros hacen un juramento de absoluto secreto.
Uno a uno los cardenales votan en secreto, depositando la papeleta doblada dos veces en un gran cáliz. La votación se realiza hasta por cuatro rondas en un día hasta que uno de los candidatos reciba dos tercios de los votos.
Tras cada votación, el resultado se realiza en voz alta y es registrado por los tres cardenales que fueron designados como registradores. Si nadie logra recibir los votos necesarios para ser el próximo Papa, las papeletas se queman en una estufa o chimenea de la capilla, estos son mezclados con productos químicos para producir humo negro, significado de que el cónclave no ha llegado a una resolución.
Una vez que algunos de los cardenales candidatos recibe más de dos tercios de los votos necesarios, el decano del Colegio Cardenalicio le pregunta si acepta su elección. Si su respuesta es afirmativa se le da a elegir su próximo nombre papal y es vestido con los ornamentos del sumo pontífice.
Para este entonces, las papeletas de la última ronda de votación son quemadas junto a otras sustancias químicas que producen humo blanco, para dar la señal al mundo de que la elección a terminado y se ha designado al nuevo líder del Vaticano.
El nuevo Papa, ya vestido con la ropa característica del pontífice, realiza du procesión al balcón de la Basílica de San Pedro y muestra su rostro ante los miles de fieles que esperaron su designación.
