Este jueves, los precios del petróleo experimentaron una caída significativa, revirtiendo las ganancias anteriores. El crudo Brent bajó 1.27 dólares (1.7%) para situarse en 72.19 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate cayó 1.18 dólares (1.7%) a 68.51 dólares por barril.
Las bajas se deben principalmente a la noticia de que Arabia Saudí, el mayor exportador de crudo, abandonará su objetivo no oficial de mantener los precios en 100 dólares por barril, preparándose para un aumento de la producción.
Aunque la OPEP+ ha reducido la producción para estabilizar los precios, estos han disminuido casi un 6% en lo que va del año.
Esta baja es impulsada por el aumento de la oferta de otros productores, como Estados Unidos, y la débil demanda en China. Además, la posibilidad de que Libia aumente su oferta petrolera ha contribuido a la reciente caída de precios, ya que el país ha comenzado a resolver sus conflictos internos que habían limitado las exportaciones de crudo.
Sin embargo, las pérdidas fueron parcialmente mitigadas por el anuncio de un nuevo paquete de estímulo fiscal en China, que podría impulsar la demanda de crudo.
Los funcionarios chinos, conscientes del papel de su país como el mayor importador mundial de petróleo, reafirmaron su compromiso de usar el gasto fiscal necesario para cumplir sus metas de crecimiento económico.
